SACHA INCHI NEWS, Número 14, Junio de 2021

LA AMARGA PANDEMIA OCULTA EN LOS PRODUCTOS COMESTIBLES ULTRAPROCESADOS 

FUENTE: ALMA MATER, REVISTA DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA 

Desde su nacimiento, el bebé recibe su menú de iniciación a los comestibles artificiales con la leche de fórmula, un sustituto alimentario industrial con aditivos de sabor, color y textura, además de conservantes. Años más tarde, el niño acompañará su lonchera de yogures con trozos de melocotón, cereales azucarados, bebidas gaseosas, compotas, snacks y todo tipo de <<mecato>>. Habituado por décadas a los comestibles de paquetes, enlatados o envasados, el adulto llenará para su familia la alacena de su cocina con galletas, salsas, tortas, bizcochos, bebidas azucaradas o light y otros productos con muy bajo o ningún valor nutricional. La mala alimentación, a largo plazo, le puede pasar factura al cuerpo. 

"Desafortunadamente tenemos inundado el mundo de comida chatarra. En colegios, universidades y escuelas tenemos máquinas que nos venden alimentos ultraprocesados" advirtió Eduardo Guerrero, quien trabajó en la OMS. Al profesor le preocupa que la mala alimentación está provocando una crisis de salud pública, especialmente en las últimas décadas, cuando han aumentado las enfermedades no transmisibles -ENT- como cáncer, diabetes, problemas cardiovasculares y respiratorios.

"Las cifras no mienten: en Estados Unidos cada año se reportan 3000 casos de ataques cerebro vasculares en menores de diez años", señaló el médico y fundador delInstituto de Medicina Funcional Carlos Jaramillo en su libro el milagro metabólico (2019), en el que habla de cómo corregir los malos hábitos alimentarios si se quiere tener una vida saludable. Se come no solo para calmar el hambre, también a través de lo que comemos le damos información al cuerpo para funcionar. Como tal, señala el escritor, una mala información resultará en un mal funcionamiento y será la puerta de entrada de enfermedades crónicas: "los estudios indican que entre el2020 y el 2030 uno de cada tres estadounidenses tendrá diabetes. Y para el 2040, uno de cada diez habitantes del planeta la padecería" indicó el autor sobre la dulce pandemia que no respeta cultura, sexo, religión, raza ni clase social.

La Unidad de Problemáticas de Interés en Nutrición Pública de la Universidad de Antioquia ha focalizado su trabajo en los productos comestibles ultraprocesados. Se basa en una clasificación que los nivela según eltipo de fuente. El primer grupo son los alimentos naturales: frutas, verduras, granos, semillas y carnes en estado puro; el segundo son los alimentos mínimamente procesados, es decir, aquellos con ingredientes originales que tienen alguna preparación casera, por ejemplo, un jugo de tomate, unos frijoles o unos huevos revueltos; el tercero, los productos procesados, que tienen un grado de industrialización con aditivos esenciales para su conservación; y finalmente, están los productos comestibles ultraprocesados, que se distinguen por una alta cantidad de sustancias químicas que no son reconocibles por las personas. Los de este último grupo, al que la OMS llama "alimentos ultraprocesados", no son considerados como alimentos, debido a que no propician un estado de salud y nutrición adecuado como los otros.


PELIGROSOS BOCADOS


Mientras elaboraba una investigación sobre ideas saludables para acompañar el menú de los hijos (www.alimentacionsana.redpapaz.org), la organización RedPapaz notó cómo se señala por lo común a los padres de familia o a la educación en el colegio como los culpables de que los niños y jóvenes coman chatarra y ultraprocesados. Sin embargo, no son los únicos actores:

"¿De donde sacó el papá y la mamá que el juguito de caja era buenísimo mandarlo en la lonchera. O que darle una sopa de sobre era mejor que la casera de ahuyama? Tenemos un entorno que nos bombardea de publicidad de esos productos que ademas enganchan con colores, juguetes y personajes", comentó Angelica Maria Claro, psicóloga y directora de operaciones de Red PaPaz.

De hecho, los investigadores consultados sostienen que comer no es un acto individual sino que involucra a actores y prácticas que el consumidor final no percibe y que influyen en su decisión de qué comer. En una investigación reciente se identificaron estrategias comerciales de 35 empresas que producen en el país ultraprocesados y que incluyen mercadeo, distribución, diseño y algo que define como el discurso de valor, que es cuando se califica a los productos como mejores que los originales, como si fuera un valor agregado.

Puede terminar este articulo y pensar en destapar las galletas dulces de paquete en leche. A primera vista el mecatico no le va a hacer daño, pero está demostrado que hay afectación en la salud pública a largo plazo. Empiece por cambiar la calidad de lo que come. Dele buena información al cuerpo, se lo agradecerá.

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